TODA LA GLORIA DEL MUNDO CABE EN UN GRANO DE MAÍZ.

Nuestro Héroe Nacional José Julián Martí PérezAgregar leyenda

                                                                       

Arriba la Patria cubana  a otro aniversario de la inmensa luz que se encendió sin límites aquel 28 de Enero de MIL 853,  y que en el día a día de nuestra batalla perpetua por la justicia y la dignidad,  no solo de Cuba, sino de todos los hombres y mujeres humildes de la Tierra, nos sigue guiando por la ruta necesaria de estos  nuevos  tiempos,  en que su  grandeza y su magisterio, constituyen el  paradigma formidable frente a las pretensiones del imperio revuelto y brutal que nos desprecia pero que jamás podrá evitar que forjemos la máxima de CON TODOS Y PARA EL BIEN DE TODOS.

Nuestro  JOSÉ MARTÍ se consolidó a su entrega total, sin ambiciones,  a la causa revolucionaria, en él se consolidaron los anhelos de conquistar la justicia para su pueblo y para todos los pueblos del mundo y supo conjugar su heroísmo con la sencillez y la naturalidad del ser humano y con una inmensa visión de los procesos políticos de una época convulsa en la que vió y vivió los grandes intereses del creciente dominio imperial sobre nuestros pueblos de América.

Al lanzarse a la gloriosa batalla en tierra cubana, después de los largos preparativos en el exterior le escribe a su amigo mexicano Manuel Mercado su epistolaria carta inconclusa:  “ (…) Ya estoy todos los días en peligro de dar mi vida por mi país y por mi deber (…) de impedir a tiempo con la independencia de Cuba que se extiendan por las Antillas los Estados Unidos y caigan,  con esa fuerza más, sobre nuestras tierras de América. Cuanto hice hasta hoy, y haré, es para eso (…) “-

El principio de la unidad fue y seguirá siendo el mástil fundamental para destruir los huracanados vientos de estos tiempos. Con el aliento irrevocable del Maestro, Fidel enrumbó el camino en aquel año glorioso del centenario y el Apóstol no murió, por el contrario, se irguió más aún en lo grande del espectro nacional y mundial y la luz se multiplicó desde aquella primera marcha de las antorchas hasta nuestros días, porque como lo reconoció nuestro eterno Comandante en Jefe en sus palabras en La Demajagua aquel 10 de Octubre de MIL 968: “ La Revolución Cubana es una sola, la que inició Carlos Manuel de Céspedes “ y que continúa hoy defendiendo la gloria vivida y la por venir,  inspirados en los grandes próceres de nuestra nación. “ La Patria es ara, no pedestal “, dijo Martí,  y Fidel, su mejor discípulo expresó: “ La Patria, hermanos y hermanas, es tarea de todos los que estén dispuestos a sacrificarse por ella “. Y Martí sentenció:  "TODA LA GLORIA DEL MUNDO CABE EN UN GRANO DE MAÍZ ".