BARACK OBAMA DISPONE DE TODAS LAS PRERROGATIVAS NECESARIAS PARA DESMANTELAR LA CASI TOTALIDAD DE LAS SANCIONES ECONÓMICAS CONTRA CUBA SIN NECESITAR EL ACUERDO DEL CONGRESO.

Barack Obama, Presidente de Los Estados Unidos de América.

En su intervención ante el Plenario de la Asamblea General de las Naciones Unidas el pasado 28 de Septiembre de 2015 el Presidente de los Estados Unidos de América Barack Obama hizo una exposición sobre la política exterior de los Estados Unidos hacia la República de Cuba.
El mandatario dijo:
 “ Durante 50 años, Estados Unidos aplicó una política hacia Cuba que fracasó en mejorar la vida del pueblo cubano. Hemos optado por un cambio. Todavía tenemos diferencias con el Gobierno cubano. Seguiremos defendiendo los derechos humanos. Pero abordamos ahora estas cuestiones mediante relaciones diplomáticas, un comercio en alza y lazos entre los pueblos. Mientras estos contactos se fortalecen día a día, estoy convencido de que nuestro Congreso levantará inevitablemente un embargo que ya no debería existir.”

Momento de la votación realizada por la comunidad internacional a favor de acabar  el bloqueo de los Estados Unidos contra Cuba, la número 24,   la más contundente de todas . Solo Estados Unidos e Israel votaron en contra.

Esas fueron las palabras del Jefe de Estado Norteamericano que fueron recibidas y saludadas con fuertes aplausos por parte de la Comunidad Internacional porque, en efecto, las medidas impuestas desde hace tantos años por el país del norte a Cuba son anacrónicas, crueles e ineficaces. Afectan las categorías más vulnerables de la población y constituyen el principal obstáculo para el desarrollo de Cuba.
Pero, no obstante las declaraciones de buena voluntad del presidente Obama, oficialmente favorable a la supresión de las sanciones económicas, éstas no van seguidas de actos. Pero aún, la Casa Blanca sigue aplicando con absoluta mano dura su política hostil e incluso en sus aspectos extraterritoriales mofándose de las reglas elementales del derecho internacional.
La noticia se difundió con rapidez: Un banco francés acaba de ser multado con 694 millones de euros en Estados Unidos por realizar transacciones en dólares con Cuba. Se trata de la cuarta multa impuesta a una institución financiera por Washington, pero es importante analizar que es el Presidente Obama y NO EL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS quien tomó esa decisión, en evidente contradicción con el discurso ante las Naciones Unidas de optar por un enfoque mediante el diálogo, el entendimiento cordial y el respeto al derecho internacional.
Como Jefe del Poder Ejecutivo, Barack Obama dispone de todas las prerrogativas necesarias para desmantelar la casi totalidad de la red de sanciones económicas sin necesitar el acuerdo del Congreso y hay ejemplos:
    El presidente de Estados Unidos puede perfectamente autorizar el comercio bilateral entre ambas naciones.
    El presidente de Estados Unidos puede también autorizar a Cuba a usar el dólar en sus transacciones internacionales y permitir que la Isla adquiera en el mercado mundial productos con más del 10 % de componentes norteamericanos.
    El presidente de Estados Unidos puede también legalizar la importación de productos fabricados en todo el mundo a partir de materias primas cubanas y consentir la venta a crédito de productos no alimenticios a Cuba.
Solo existen tres aspectos que Obama no puede tocar sin la autorización del Congreso:
1.- No puede autorizar el turismo ordinario a Cuba.
2.-Tampoco puede permitir que Cuba adquiera materias primas alimenticias en el mercado estadounidense a crédito.
3.- El Presidente Obama no puede autorizar que las filiales de las empresas estadounidenses ubicadas en el exterior mantengan relaciones comerciales con la Isla
RESUMEN:
Obama es el presidente norteamericano que durante todos estos años de bloqueo  ha tomado las decisiones más positivas de acercamiento con Cuba al restablecer las relaciones diplomáticas y consulares y al adoptar algunas medidas limitadas que flexibilizan las sanciones. De igual manera es el que más lúcidamente ha presentado un discurso más lúcido hacia La Habana y reconociendo el fracaso de una política que se ha tornado inútil durante todo ese tiempo de su aplicación. No obstante, sus acciones castigadoras hacia empresas internacionales, así como su RESERVA de  adoptar las medidas necesarias para desmantelar de una vez y por todas el estado de sitio económico contradicen  sus declaraciones de principios y suscitan la incomprensión de la Comunidad Internacional.